martes, 29 de septiembre de 2009

Bendita tecnología, maldita tecnología.


"Una máquina puede hacer el trabajo de 50 hombres corrientes. Pero no existe ninguna máquina que pueda hacer el trabajo de un hombre extraordinario." Elbert Green Hubard.



Ya he hablado de la tecnología como consumo, pero esta vez, lo haré desde otro punto de vista.

Tenemos entre las mas comunes el celular,el ipod, el nintendo, en internet: el infaltable messenger,el hi5, facebook, twitter, fotolog, por nombrar solo algunos.


Me pregunto si alguien se ha puesto a pensar, ¿como influye en nuestras vidas, de que manera, sea buena o mala, esta positiva o negativa?.


Pues en primera instancia pareciera que nos hace las cosas mas fáciles,por la rapidez, la facilidad de su uso.


Pero llendo mas allá, creo que ha cambiado nuestro modo de pensar, comunicarnos, y por ende relacionarnos: se esta perdiendo el sentido de la privacidad,se muestra una imagen de perfección, perdiendose el contacto físico, así como nuestro ritmo de vida; pudiendo generar presión porque da un ritmo muy veloz al usarla, además, se puede decir cosas que cuesta expresar personalmente, sean agradables o desagradables, pues no nos vemos y ello tiene una doble cara: el decir estas cosas (las agradables) mas facilmente y poder huir(las desagradables), se habla menos, en muchos casos, pues los iconos reemplazan a las palabras; pudiendo ser en algunos casos que algunas personas cambian el mundo con ella, incluso en ocasiones se puede volver una obsesión su uso, refugiandose y usándola mas que el contacto personal; cambiando así nuestra conducta y modo de ver las cosas.

Pero es esto esto realmente ¿bueno o malo?.


Internet y otros tipos de tecnología no resuelven nuestras carencias, ni nos facilitan la cosas del todo, pues la tecnología es un medio, no un fin; nunca sera igual un contacto virtual que uno físico.


Hace poco de una conversión saque como conclusión que no es bueno aferrarse a las cosas, ni usarlas como culpables.


Entonces, la tecnología tiene su lado bueno y malo, positivo y negativo, como todo; hay que saber notarlo y diferenciarlo y no escudarnos en ella ni hecharle culpa alguna.