Siempre hay una primera vez para cada hecho o situación: la primera clase en el colegio, academia, instituto o universidad, o en algún curso o taller, la primera entrevista que se da para un trabajo, o la primera vez que se asiste a él; la primera vez que se conoce a una o varias personas por el motivo que fuere, como puede ser: conocer a un compañero de trabajo, director, jefe, o también conocer a un profesor o compañero de clases, sea para hacer un trabajo o para hacer amistad.
Lo común aquí es que nos pongamos nerviosos, pues siempre tratamos de causar buena impresión; es algo casi automático, a veces no nos damos cuenta, pero lo pensamos y hacemos lo que esta en nuestras manos para ello: nos arreglamos, nos vestimos con nuestra mejor ropa; llegamos puntuales, a la hora exacta o con pocos minutos de retraso, o incluso, en ciertas ocasiones, antes de lo previsto, etc; es decir tratamos de causar la mejor impresión posible, para que así, los demás nos recuerden, quieran vernos nuevamente y saber mas acerca de nosotros.
Cuando conocemos a alguien, nos queda una determinada impresión, desde el primer momento hasta el ultimo; nos formamos una idea, nos llevamos un concepto, una opinión, nos impacta para bien o para mal, nos agrada o desagrada, nos simpatiza o no; hablando coloquialmente nos cae bien, mal, maso menos, buena gente, chinche, pesado/a, espeso/a, buena honda, súper, chevere, una lacra, nos parece odioso, bacan, genial, etc; y cabe la posibilidad - al igual que cuando nos conocen - que queramos ver de nuevo o no a esa persona, así como saber algo, mucho, poco, nada o bastante de ella.
Todo ello me trae a la mente la conocida frase y que seguro has escuchado: "la primera vez es la que cuenta". No se que pensaran otros, pero creo que la primera vez cuenta, pero no es la determinante, pues nos podemos llevar una impresión equivocada o errada del otro/a y viceversa, que con el tiempo seguramente la percibamos o tal vez lo hagamos rápidamente; pero lo que si creo es que siempre habrá un determinado impacto en esa primera vez y que muchas veces pensamos, actuamos y nos dejamos llevar por él, así no lo queramos y/o neguemos.
