Mas alla de la casualidad.

¿Te has puesto a pensar en todas las personas que conoces o conociste en algún momento, sean amigos, familiares, u otros, así las veas o ya no?, ¿son muchas o pocas?, ¿cuantos tus conocidos y cuantos tus amigos?.

Derrepente no has pensado en estas preguntas, pues las relaciones sociales son muchas veces automáticas y no solemos pensar, ni meditar sobre ellas, pasan, están ahí, fluyen, o ya no, se estancan o se van, pero algo queda: bueno o malo, positivo o negativo.

Hay personas a las que conocemos una ves y no las volvemos a ver, personas a las que vemos de vez en cuando, personas a las que por diferentes razones dejamos de ver, personas con las nos encontramos después de tiempo; algunos solo son conocidos, otros llegan a ser nuestros amigos, confidentes, enamorados, esposos, amantes, choque y fuga, etc.

Todo esto por diferentes razones: por que así lo queremos, porque el tiempo y la distancia nos separa, porque discutimos, porque alguien hizo o dijo algo que nos molesto o incomodo, etc; el asunto es que todas las personas entran en nuestras vidas por algo en especial: para enseñarnos algo, para compartir algo, sea grande o pequeño, cotidiano o novedoso, interesante o aburrido, triste o alegre, pensativo o instantáneo, real o ilusorio, simple o complejo; algo al fin y al cabo.

Así que aprendamos a observar a los demás, en cada detalle y momento, pues todos tienen algo por dar, mostrar y enseñar, por muy simple o complejo que esto sea; todo ello haciendo un balance.

La postergacion, dilación o procastinación.

La postergación, dilación o procastinación - como le llaman ahora - es dilatar, extender, dejar algo o varias cosas para después, para otro momento, en una sola palabra: demorar, aplazar, diferir.

Postergamos las tareas del colegio, los informes y trabajos de la escuela, instituto o universidad, los informes para el trabajo, las citas o reuniones a un medico o con otras personas, etc; pensando y/o diciendo: en un toque, mañana, ¿no puede ser después?, mas tarde, otro día, aún tengo tiempo, en un mes, el otro año lo haré, etc; lo hacemos por flojera, porque no ordenamos bien nuestro tiempo, porque nos hemos acostumbrado a hacerlo así, porque hacemos una o varias cosas a la vez en ese momento, porque nos confiamos, etc.

Esto es muy común en estos tiempos, postergamos y muchas veces lo hacemos el día anterior, apurándonos, con frecuencia llegando a amanecernos; incluso nos lo dicen y aconsejan: amanécete, así es la vida de estudiante, de trabajador; pudiendo convertirse esto en un vicio, causando muchas veces estres a quien o quienes lo practican, pero lo que muchos no saben es que pueden terminar así postergándose a si mismos.

Por ello, es mejor no hacerlo, como dice el dicho: "no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy", no postergues, procastines, ni dilates.

La frustración.

Hace poco leí un articulo sobre la frustración que me dejo pensando; la frustración es cuando no se cumple lo que deseamos, queremos, aspiramos o esperamos y nos sentimos mal por ello; pues no se cumplen nuestras expectativas, incluso a veces culpamos a otras personas o situaciones por ello.

Esta va de lo mas simple a lo mas complejo, de lo interno a lo externo; en lo externo tenemos por ejemplo: el no poder comprarnos algo que nos gusta, sea ropa, zapatos, algo electrónico, etc; un poco mas allá tenemos el no ir a algún lugar deseado o concierto; y en lo interno - que es lo mas importante creo - tenemos por ejemplo cuando nos dicen o nos damos cuenta que hemos hecho algo mal, sea de trabajo, de estudios u otra cosa, el sentirnos mal por algo que paso, como no resolver conflictos con otras personas o alguna otra situación, o sentirnos mal con nosotros mismos, sea por dicha situación o por otro motivo. Seguro hay mas situaciones por nombrar, pero considero que estas son de las comunes y a la vez mas relevantes.

Este articulo -si se puede llamar así- tiene de alguna manera relación con el anterior: la postergación, pues muchas veces nos quedamos con la molestia dentro y no hacemos nada por ello, cuando lo ideal es saber usar la frustración en el momento adecuado, es decir cuando suceden los hechos, y no dejarlo así, ni para después, es decir no postergar porque puede llegar a frustrar, y claro haciéndolo de la mejor manera posible, para así sentirnos mejor; pues de esta manera nos servirá para obtener un adecuado crecimiento personal.

El consumo de hoy, el mal de mañana.

La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas. Karl Marx.

¿Has visto el ultimo catalogo de Saga, Ripley, o tal vez de Hiraoka?,¿te has comprado la ropa de moda?, ¿te has comprado el ultimo ipod 3000, el ultimo plasma lcd, laceador de cabello?, ¿ya planeaste a cual de estos lugares ir a comprar el ultimo fin de semana?, seguro que si, o ya lo estas haciendo.

Y es que hoy muchos compran y consumen compulsivamente todo lo que pueden, tratando de adquirir cada vez mas, tienen mas cosas materiales, digitales o electrónicas, sintiéndose mas tranquilos por cada cosa nueva y mas moderna que adquieren, así como orgullosos de ello, contándolo y mostrándolo; creyendo así tener seguridad para el futuro y ser mas felices con estos juguetes.

Pero te has preguntado realmente si esto constituye la felicidad, tal vez nos de una cierta alegría momentánea y mayor comodidad, pero igual seguimos teniendo problemas, tristezas y alegrías emocionales; y es que seguramente aquí no reside el secreto, ni comienzo, ni éxito de la comodidad y menos de la felicidad, es solo algo momentáneo, pasajero y material; la verdadera comodidad y felicidad comienza por uno mismo, esta en la mente y corazón de cada quien; así que el comprar esto o aquello no te asegura nada duradero, tan solo momentáneo.